viernes, 30 de diciembre de 2022

LA ETERNIDAD INDUBITABLE DE PELÉ

Rafael Lastra Veracierto
Foto Ángel Obertein
    
    Me van a disculpar la primera persona y la premura. Pero, acaba de ascender al Monte Parnaso el más grande del fútbol: Irrepetible, Pelé. 
   "Tú no lo viste jugar. Era una pantera, inigualable con sus movimientos y cómo encaraba el arco rival", me dijo mi padre, Eutimio Lastra (+), un profesor de Matemática y Física, enamorado del fútbol espectáculo, de aquel Brasil de otra galaxia del Mundial de México 1970. 
    Y sí, nací en agosto de 1971, cuando Pelé estaba por retirarse y solo pude analizarlo a través de innumerables videos y documentales. Hoy en YouTube hay muchísimos más. 
    Sin embargo, mi oficio irreductible, el periodismo, me dio el chance de interactuar con O'Rei. Eran los tiempos febriles del diario Meridiano, donde las tertulias vespertinas con mi director y amigo entrañable, Víctor López, terminaron por convencerme de su trascendencia histórica. 
    "Ve allá y no preguntes pendejadas. Pelé es una estrella, no te olvides", indicó El Vito, antes de abordar el vehículo hacia el principal aeropuerto del país, en mi natal Maiquetía, estado Vargas. 
    Pelé llegó a Venezuela en los albores del Mundial de EEUU 1994 junto a su segunda esposa, Assiria Lemos Seixas. Le recibió su representante en el país, Jaime Maier, un brasilero de origen judío con el que compartí la pasión por el Flamengo de Zico, Junior, Andrade y Renato Gaucho. 
    "Hay que tener cuidado con Suecia", advirtió el astro, que no se caracterizó precisamente por sus atinados vaticinios en las distintas copas del mundo. También, abogó por Ronaldo Nazario de Lima, a quien definió como un killer, tras su paso goleador con el Cruzeiro. 
    Pero, en ese Mundial, el Brasil de Parreira no practicó el jogo bonito, apenas sí mostró los dientes con Romario y Bebeto; no se le concedió un minuto al joven Ronaldo, sufrió mucho para batir en semifinales a la Suecia de Brolin y Dahlin (el que no quería nada con Venezuela) y terminó por adjudicarse el Tetracampeonato, al superar en penaltis a la Italia de Baggio y Baresi. 
    De aquella rueda de prensa con Pelé en 1994, en el salón VIP del aeropuerto, es la foto de quien escribe, con aquellos imposibles 23 años, recién graduado en la UCV. 
    Fueron en total cuatro encuentros con Pelé y por qué no decirlo, el orgullo que siento es inmenso. Entrevistarlo, con el respeto de otros jugadores, ha sido un privilegio de vida. 
    Entonces, sí, no lo detallé en la TV, como he observado a los que marcaron pauta en mi época: Maradona, Zico, Scifo, Baggio, Zidane, Ronaldinho Gaucho, Ronaldo, Cristiano, Stalin Rivas, Iniesta y Messi. 
    Pero, como periodista, aprecié su calidad humana. Todo más allá de la epopeya de sus tres títulos universales de 1958, 1962 y 1970. 
    Hasta le escuché decir que "Venezuela tendrá mejor actuación cuando el fútbol pase a ser un asunto de Estado". 
    Fuiste, sin dudas, el más grande, Pelé. Descansa en paz. 

Twitter: @Rala1970 
IG: @Dicktracy555