Rafael Lastra Veracierto
Hasta el año pasado, cuando el seleccionado
juvenil masculino obtuvo el subcampeonato en el Mundial de Corea del Sur, el
gran performance universal para el fútbol venezolano tenía sello femenino.
Pero, a partir de este domingo 14 de enero,
la batalla vuelve a los campos de juego en Ecuador, donde las jóvenes de la
vinotinto disputarán el VIII campeonato suramericano Sub-20, con la ilusión de
no solo clasificar al Mundial de Francia sino también para revalidar su título
regional, alcanzado en la cita anterior de Barquisimeto, estado Lara.
Y no se trata de un asunto de baladí o
meramente deportivo: el fútbol de mujeres ha sido capaz de llevar alegría y
esperanza a una población sacudida en los últimos años por la escasez de
alimentos y medicinas, amén de una creciente conflictividad en las calles.
La población se ha acostumbrado a los
éxitos de “las carajitas” y en especial, se rememoran los lauros de los torneos
mundiales Sub-17 de Costa Rica (2014) y Jordania (2016).
En esas ocasiones, las jóvenes, guiadas por
la goleadora Deyna Castellanos y bajo la dirección técnica del panameño Kenneth
Szeremeta, unificaron los sentimientos de todo un país, a través de la
conquista del cuarto lugar.
Castellanos fue galardonada con la bota de
oro del Mundial en Costa Rica, cuando tenía apenas 15 años. Dos años después,
estuvo otra vez entre las mejores artilleras. Su gol desde la media cancha
contra Camerún fue nominado por la Federación Internacional de Fútbol Asociado
(FIFA) para sus premios Puskas y The Best.
Natural de Maracay, estado Aragua, es actualmente
ficha del club Santa Clarita Blue Heat
y cursa estudios de la carrera de comunicación social en la Universidad Estatal
de Florida (Estados Unidos).
El bronce de la
desnutrición
Los logros históricos de la selección
femenina Sub-17 no fueron suficientes para la dirigencia de este deporte en
Venezuela, puesto que el adiestrador panameño no estará en el banquillo del
suramericano de Ecuador.
Tras obtener la medalla de bronce en el
fútbol de los Juegos Bolivarianos en Santa Marta (Colombia), el técnico se
atrevió a develar que un estudio científico previo a la aludida competencia
demostró el estado de desnutrición de algunas de las jugadoras del plantel.
Ello puso en jaque a la directiva de la
Federación Venezolana de Fútbol (FVF) y originó una polémica mediática con el
ministro de deportes, Pedro Infante, quien en el pasado no pudo ocultar sus
diferencias con Szeremeta.
Desde el periodismo especializado en fútbol
del país, se le reconocen los méritos deportivos internacionales al
centroamericano, además de apoyarle en sus continuos reclamos para que el
gobierno nacional se ocupe del drama socioeconómico que viven no pocas familias
de las jugadoras.
No obstante, su declaración posterior a los
Bolivarianos ha sido el detonante para que el organismo rector del balompié nacional
lo despidiera de su cargo, a fines de noviembre de 2017, porque “los últimos
resultados no fueron los esperados”.
En una nación también víctima de las
presiones gubernamentales a los medios de comunicación social, la reacción
popular no tardó.
El alegato de bajo rendimiento del DT
panameño resultó contrastado con los dos cuartos lugares de los mundiales
Sub-17, así como la participación en 2010 en el Mundial de Trinidad y Tobago.
Asimismo, se fustigó a la FVF con los dos
títulos suramericanos de menores de 17 años (2013 y 2016); la intervención universal
de la categoría Sub-20 en Papúa Nueva Guinea (2017) y por supuesto, la reciente
medalla de bronce de los juegos en honor a El Libertador Simón Bolívar.
Luego de permanecer nueve años como jerarca
técnico de las selecciones femeninas de Venezuela, Szeremeta fue contratado por
el Deportivo Táchira, el club más popular del país, con 44 años de fundado.
Mientras tanto, la FVF anunció a José
Catoya (exasistente del panameño) como el nuevo seleccionador de las chicas
para este VIII campeonato suramericano en tierras meridionales.
En la primera ronda del certamen, la
selección Sub-20 de Venezuela enfrentará en el estadio Olímpico de Ibarra a
Uruguay, Brasil, Bolivia y Chile, sus rivales del grupo B.
Adicionalmente a Castellanos, en el grupo
en Ecuador estarán disponibles jugadoras de experiencia internacional como la
portera Nayluisa Cáceres (Unión Española de Chile); las mediocampistas Natalie
Pasquel (América de Colombia) y Daniuska Rodríguez (San Diego), así como la
defensora Verónica Herrera (Reivers de EEUU).
Con el prestigio como vigentes campeonas
suramericanas, el reto para las elegidas por Catoya será acceder a uno de los
dos cupos que otorga la FIFA a la Confederación Suramericana de Fútbol
(Conmebol), a fin de intervenir en el próximo Mundial de la edad en Francia.
Twitter: @rala1970
rafaelastra@gmail.com
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