Aquella pizarra en el Centenario fue una alegría inmensa |
La selección de fútbol de Venezuela, rebautizada desde principios del
Siglo XXI como la Vinotinto, se ha convertido en el estandarte espiritual de un
país que sufre una prolongada crisis política, económica y social.
Desde su debut internacional en 1938, en los III Juegos Centroamericanos y
del Caribe en Panamá, la selección prefirió el color vinotinto. Más tarde,
en el año 2001, al asumir el mando Richard Páez Monzón, ese color no solo
aludió al balompié: su onda expansiva sedujo hasta la identidad nacional.
Richard Páez, artífice del boom vinotinto |
“La irreverencia por una Venezuela de todos”, se cansó de repetir en
entrevistas Páez, médico traumatólogo y mediocampista de Estudiantes,
Portuguesa, Táchira y ULA.
El merideño está considerado por la prensa especializada como uno de los
mejores de todos los tiempos junto a Alí “Cholito”
Tovar, Luis Mendoza, Stalin Rivas y Juan Arango.
Mientras que José Luis Dolgetta ha sido el único criollo máximo goleador
de Copa América, en la edición de Ecuador 1993, y Rivas, por su parte, se
proclamó en la Copa Libertadores de 1994, cuando militaba en Minerven. Ambos
registros continúan vigentes.
La zurda de Arango brilló para Venezuela |
A diferencia del resto de Suramérica, donde el fútbol es el principal
deporte y pasión, en Venezuela se aprecia una ventaja en el gusto del
aficionado por el béisbol, producto de la influencia de las compañías
petroleras estadounidenses que se establecieron en el país desde inicios del
Siglo XX.
Aún así, el deporte más universal de todos fue practicado en Venezuela antes
que el béisbol. El primer juego de fútbol se remonta al 16 de julio de 1876 en
las proximidades de la mina Perú, ubicada en El Callao, hoy estado Bolívar. En
el match estuvieron directivos y trabajadores de las empresas de Europa,
atraídas por la fiebre del oro que alentaba el Ilustre Americano, Antonio Guzmán Blanco.
Tras varias décadas con el prejuicio mediático y popular de que el
fútbol era un tema de los portugueses, españoles e italianos, las estadísticas
oficiales demuestran que este deporte en Venezuela cuenta con más jugadores
federados que el béisbol.
En los últimos dos decenios, el interés creció notablemente, gracias a
los resultados positivos de la selección absoluta bajo la dirección técnica de
Páez y César Farías.
Farías logró la mejor figuración en Copa América |
En este objetivo masificador, ha sido determinante la transmisión
televisiva de los partidos. Ya los venezolanos exigen calidad a su equipo y no
les anima tanto celebrar los triunfos de otros seleccionados durante los
mundiales de fútbol.
Hay que destacar que en la eliminatoria suramericana hacia el Mundial de
Suráfrica 2010, Venezuela quedó en el octavo puesto, a dos puntos de intervenir
en el repechaje.
En las clasificatorias al Mundial de Alemania 2006, la Vinotinto estuvo
en el cénit de las ilusiones al batir 3-0 a Uruguay en el histórico Centenario
de Montevideo. Aquello fue una noche inolvidable, mágica, donde se derrotó a la
prepotencia de otrora; no obstante no se pudo alcanzar el anhelado pase
orbital.
Tampoco se ha ganado la Copa América y en la que se organizó en 2007,
hubo un envión hasta el 5º puesto, hito superado cuatro años después en Argentina,
con Farías de Timonel y cuando los penaltis impidieron disputar una merecida finalísima
contra Uruguay.
A las puertas de la gloria
En rigor, el logro más relevante
en los anales del fútbol venezolano no pertenece a la escuadra de mayores. Fue
la selección Sub-20, adiestrada por Rafael Dudamel, la que se adjudicó en 2017
el subcampeonato universal en Corea del Sur.
Inglaterra, con varias promesas de la Premier League, venció apenas 1-0 a la iconoclasta Vinotinto de Wuilker Faríñez.
Faríñez es subcampeón juvenil del mundo |
Con su serenidad y atajadas, Faríñez extendió la fama de los arqueros de
Venezuela: Miguel “Pez volador”
Sanabria, Omar “El Pulpo” Colmenares,
Vito Fasano, Vicente Vega, Daniel Nikolac, César “Guacharaca” Baena, Gilberto Angelucci y Dudamel.
Otros performances de la especialidad deportiva son el 6º lugar en las eliminatorias
al Mundial de Brasil 2014; el subcampeonato Sub-17 en el suramericano Argentina
2013, así como las dos medallas de oro de los Juegos Centroamericanos
y del Caribe en La Habana (Cuba, 1982) y Maracaibo (1998).
Campeonas suramericanas
Si bien el fútbol femenino no tiene el apoyo logístico y financiero que requiere
para su desarrollo, las chicas sí conquistaron el título regional esquivo para
los varones.
En 2013 y 2016, en Asunción (Paraguay) y Barquisimeto, respectivamente,
la generación de Deyna Castellanos no solo se apropió de la diadema de Conmebol
sino que ancló en el cuarto escalón de los sucesivos mundiales de Costa Rica y
Jordania.
Sin sólidas estructuras de organización ni una liga nacional de nivel,
Venezuela se erigió en potencia local. Incluso, algunas de sus jugadoras más
notables, como Castellanos, Gabriela García e Ysaura Viso, emigraron a otras
latitudes, donde el fútbol es un asunto de Estado.
Castellanos, en esa ocasión con 15 años de edad, y García fueron las
máximas artilleras del Mundial Sub-17 de Costa Rica en 2014.
Deyna y Gabriela comparten bota de oro en Mundial 2014 |
El milagro de las mujeres obedece al trabajo del técnico panameño,
Kenneth Szeremeta, quien recorrió el país en buses y sin otras comodidades que
debió proveer la Federación Venezolana de Fútbol. Pero, pudo reunir a las heroínas
aclamadas por toda la nación.
Twitter: @rala1970
rafaelastra@gmail.com
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